lunes, 14 de septiembre de 2009

Como en Studio 54


La disco se eleva a templo mágico en el que se escuchan conjuros, se realizan rituales de apareamiento y se mezclan bebidas y gentes de todo tipo y condición para deleitar paladares finos y no tanto.
Mientras, el que ordena todo eso, quién impone el ritmo, se preocupa de que todo vaya bien, que sea un disfrute, que brillen los ojos, que se estiren las sonrisas, que bailen al son los cuerpos en movimiento desconectando así de la realidad y su problemática cotidiana para enchufarse al momento, simplemente y sentirse libre, si es posible.
Dedicado

1 comentario:

Silencios dijo...

¿sabes?
Después de ver este video, estaba pensando en las compras online, ¿crees que tendrán el corpiño rojo a la venta?
Es ¡¡¡Total!!! No sé como he podido vivir sin uno igual todos estos años, ufffffff.

La vida es lo que vivimos día a día, hoy toca fango, mañana rosas.
Besos hasta tu puerta.