martes, 13 de abril de 2010

Soledad de la Noche

Noche perenne que obligas a reunirme contigo. En el silencio y con la calma de los dormidos, quedo abandonado a mi cruel suerte. Es cuando los sonidos omnipresentes y banales de las rutinas en masa dejan de esconderme de la verdad de mi escritura y, entonces, empiezan a emerger los alaridos de las profundidades de mi ser. Esa parte que queda como poso del día una vez ya está consumido. Por suerte, con el paso de las horas, llega de forma inexcusable un renacer, con el permiso de la muerte.
Escribo y escribo para acallarte, hasta que venga a buscarme el sueño. En ese justo momento, que también llega, me voy deteniendo lentamente y cuando lo veo llegar, me rindo, hasta estar de vuelta a las rutinas en masa, tantas y tantas veces sin advertir su presencia.

domingo, 4 de abril de 2010

Cantos

Escogí esta melodía para abrir el silencio y emerger de la letanía.
Suenan brisas que esparcen los algodones del cielo.
De la mano de una voz, transporto estas palabras que resuenan y resuenan a todo lo largo y ancho de los espacios que como entre sábanas ligeras caen lentamente meciéndose en el aire y cuidan el abrigo necesario como un abrazo cercano a través del candor de las notas.

Hoy ya es abril en el calendario.

Las flores ya nacieron hace unos pocos días y la primavera se despereza. El sol comienza a cubrirlo todo con su luz y, cada vez más, estira el día para dejar menos espacio a las noches negras y vacías. Los fríos, que parecían eternos, empiezan a deshacerse en tiernos riachuelos que fluyen como la sangre conmovida en los capilares de un cuerpo y, entonces, descienden a través de las montañas, pasean por los prados vestidos de grandes esperanzas. Así, llegan hasta el río y de éste gran caudal, desemboca al mar y, a su vez, el mar llega a tu orilla. A su destino más grande.

Lanzo al mar una botella,
son letras sus tripulantes
que bajo bandera personal,
barca y navegantes,
rumbo hacia a ella que van.

Barca, Navegantes
Cruzad, cruzad,
raudas, cruzad
importante misión os he encomendado
pues tenéis que llevar al otro lado,
a razón de un amor aletargado
el mensaje que debo entregar:
Cosita, lo supe al despertar
¿Sabías que mis labios
amanecen
con
sabor
a caramelo?
Es Amor,
Sí.

Te Amo
¿Lo sabías?

Ahora Canto,
Y por eso canto,
Lero, lero,
Baïlèro, lero.


Chants d'Auvergne - "Baïlèro"
compuesto por Joseph Canteloube
e interpretado por Victoria de los Ángeles