domingo, 4 de julio de 2010

Cuando algo se pierde......

Desde hace ya tiempo
que lejos me siento.
Apartado observo,
e inquieto parezco.
Impasible y tonto;
los que ven ciegos.

Y mientras...
mi mirada,
mi alma
y mis ojos,
rasgados de lamento,
sin brote ni sarmiento.

Girados los rostros,
esquivos otros ojos,
tornados los encuentro.

En extraño lugar desvanezco,
sin mesura ni conocimiento.
Pues a personas a las que amo,
les han cambiado sus gestos.

Ondea la duda,
la burla que ofende,
y clava su espada
que con el dolor viene,
y la retiene la nada.

Las palabras desvanecen.
Las risas, timoratas se esconden.
Ese se sabe,
se conoce,
se palpa presente
y se atraganta el aire.
La sal en las heridas escuece
y en el dolor me retuercen.
Es el engaño cruel,
del que sois cómplices.
Pues dónde queréis verme
Entre el olvido y la muerte...

Duele.
Duele.
Duele.
Duele.
Duele.
Duele!

A este escalofrío vuestro,
al que le hablo y le miro,
tras la filosofía de mi escritura,
con la ambigüedad y soltura,
del último punto suspensivo,
hacia él rumbo me dirijo,
sin orden ni cordura,
al inicio de mi partida.

Mientras las palabras,
también duelen,
sólo de tragarlas,
duelen.

A todos,
duelen.
Y a mí,
me duelen.

Duelen cuando pasan,
Duelen cuando no pasan,
ásperas cuando rozan,
en la paradoja que viajan
y acaban guardadas
con amargura envueltas
al cobijo de las tristezas.

No hallo forma de decirlo.
Por eso sin rubor pido,
dejadme por favor,
dejadme solo,
dejadme,
sólo.
Que es esto
y otro dolor,
del que no me repongo.

Que así como llego,
maltrecho del camino,
aúno todo esfuerzo,
de mi agotado corazón.
Y no es alivio ni aliento
lo que encuentro.
Y cansado,
ya no soporto,
este rudo dolor.


......duele!

jueves, 27 de mayo de 2010

El Amor entre otras cosas

En este punto,
hete aquí
que veo que...

Harto de amor,
sin dejarlo nunca
Te Quiero Amor.

Amor,
que me desahogas
Amor,
que me sumerges
Amor,
que me destrozas

De un solo roce

A ti me dirijo,
para que sepas que...

Me tiemblas
Me acallas la voz
Me volteas el alma,

que me desgarras
y me atrapas
en tus garras

Manténme preso
pero ileso
de este sentimiento
Pues ya me consigues
inquieto,
arbitrario,
inesperado.

Me abrumas
con tus dudas.
Tú,
nunca responsable.
Por eso,
basta!

Pero,
no me dejes
Amor

Cúbreme de mariposas
entra en mi cuerpo
aletea por mis venas
y manténme despierto

No brotes en otro lado,
que tus raíces investiguen
en verdad este sentimiento
creciendo en tronco erguido

Que de flores ramifiquen
los frutos de este tiempo
y en la vida siempre
permitas mi alimento.

Pues el Amor,
es mi Motivo.


martes, 13 de abril de 2010

Soledad de la Noche

Noche perenne que obligas a reunirme contigo. En el silencio y con la calma de los dormidos, quedo abandonado a mi cruel suerte. Es cuando los sonidos omnipresentes y banales de las rutinas en masa dejan de esconderme de la verdad de mi escritura y, entonces, empiezan a emerger los alaridos de las profundidades de mi ser. Esa parte que queda como poso del día una vez ya está consumido. Por suerte, con el paso de las horas, llega de forma inexcusable un renacer, con el permiso de la muerte.
Escribo y escribo para acallarte, hasta que venga a buscarme el sueño. En ese justo momento, que también llega, me voy deteniendo lentamente y cuando lo veo llegar, me rindo, hasta estar de vuelta a las rutinas en masa, tantas y tantas veces sin advertir su presencia.

domingo, 4 de abril de 2010

Cantos

Escogí esta melodía para abrir el silencio y emerger de la letanía.
Suenan brisas que esparcen los algodones del cielo.
De la mano de una voz, transporto estas palabras que resuenan y resuenan a todo lo largo y ancho de los espacios que como entre sábanas ligeras caen lentamente meciéndose en el aire y cuidan el abrigo necesario como un abrazo cercano a través del candor de las notas.

Hoy ya es abril en el calendario.

Las flores ya nacieron hace unos pocos días y la primavera se despereza. El sol comienza a cubrirlo todo con su luz y, cada vez más, estira el día para dejar menos espacio a las noches negras y vacías. Los fríos, que parecían eternos, empiezan a deshacerse en tiernos riachuelos que fluyen como la sangre conmovida en los capilares de un cuerpo y, entonces, descienden a través de las montañas, pasean por los prados vestidos de grandes esperanzas. Así, llegan hasta el río y de éste gran caudal, desemboca al mar y, a su vez, el mar llega a tu orilla. A su destino más grande.

Lanzo al mar una botella,
son letras sus tripulantes
que bajo bandera personal,
barca y navegantes,
rumbo hacia a ella que van.

Barca, Navegantes
Cruzad, cruzad,
raudas, cruzad
importante misión os he encomendado
pues tenéis que llevar al otro lado,
a razón de un amor aletargado
el mensaje que debo entregar:
Cosita, lo supe al despertar
¿Sabías que mis labios
amanecen
con
sabor
a caramelo?
Es Amor,
Sí.

Te Amo
¿Lo sabías?

Ahora Canto,
Y por eso canto,
Lero, lero,
Baïlèro, lero.


Chants d'Auvergne - "Baïlèro"
compuesto por Joseph Canteloube
e interpretado por Victoria de los Ángeles