domingo, 20 de septiembre de 2009

La fragilidad del cristal

Me quedaré sentado en la puerta, detrás, apoyado, hasta que el frío me atraviese la piel, se introduzca entre las capas, pase por dentro de mis venas de sangre y que por su circulación arribe al corazón para helarlo, Corazón congelado, duro, pero frágil, cual brisa que me falta cual sonrisa tenue y desvanecida por el miedo, por la locura, la desesperación.
Y, todo lo que es frágil, a poca mirada... es capaz de hacerse añicos y romperse en mil pedazos. Para no poder volver a reconstruirse. Sin pegamento posible, ni con la más dulce de las virtudes recuperar su esplendor.
Entonces comprendí el porqué de la fragilidad del cristal. Comprendí que puede ser de los más bello pero, también, de lo más vulnerable.
(*)

3 comentarios:

Silencios dijo...

Hoy jugué a ser reflejo del cristal, jugué a encontrar las respuestas de las inexistentes preguntas. Hoy escuché, romperse el fino cristal .... lejos, muy lejos, de mi envejecido corazón.

Mis besos hasta tu puerta.

Pluma Roja dijo...

Me encantó tu texto/reflexión. Es filosófico, es encontrarse, empezar a descubrir los secretos de la vida. Es saber congelar a tiempo para evitar un dolor posterior. Pero recuerda que el hielo lo derrite el calor. Y el amor es calor, es algo que difícilmente te abandonará.

Mírame a mí a mis años, cargada de experiencias y dolores, me he llegado a enamorar de lo que no se puede enamorar. Mi corazón congelado algún invierno pasado. Se descongeló con unas cuantas palabras de papel, y eme aquí esperando congelarlo de nuevo sin querer hacerlo.

Ufff, lograste una confesión que me reservaba solo para mi.

Pero es bueno hacerlo.

Hasta pronto niño precioso del espejo.

feliz domingo.

Ursus Polaris dijo...

El cristal es perfecto: transparente, pulido, también frío como tú dices. Pero de un frágil... A su vez pueden crearse bellas formas con él. Como este sensible texto que nos regalas.
Un abrazo Niño del Espejo.