miércoles, 15 de julio de 2009

Encuentros



Entras despacio por la puerta entreabierta. Entre luz tenue me despiertas el sentido y, mientras dejo volar la imaginación, me destapas el bote de las pasiones, que como embriagadora fragancia, la descubres al inspirarla, te lleva conmigo y tú, también te dejas.

Sigues aproximándote, has dado otro paso, quieres verme, cada vez, de más cerca. Consigues acortar la distancia y alargar el momento.

Tus ojos, ya se han clavado fijos en el objetivo: mi alma, que despierta y florece, se abre y se desparrama, se alegra y se desvanece.


- Ya están cerca. La intensidad crece, el corazón palpita, cada vez late más aprisa. Hasta que los dos son incapaces de mantener la distancia y se acercan. Entonces... coge impulso para lanzarse en el tobogán de los sentimientos y, es cuando nota el aleteo de las mariposas, que regresan a su estómago, inesperadamente. Da tres pasos, dirigiéndose hasta él, para ponerse delante suyo. Los dos, se clavan la mirada en los ojos y en el corazón. Están juntos al fin.

Ella levanta su mano y le acaricia el rostro, mientras él, cierra los ojos , mueve la cabeza hacia el lado y encoge el hombro, para con su gesto, querer coger su mano, con su cabeza, notar sus dedos y su palma en la mejilla mucho más intensamente, más fuerte todavía, pues esa sensación no le es suficiente y, por eso, el retorcer. Lo necesita; lo siente.

De nuevo, vuelven a encontrarse; ésta vez, con un beso profundo, romántico y breve. Se separan. Apoyan sus cabezas en los hombros del otro y reposan un breve instante.

Repiten la búsqueda y encuentran sus miradas y, de sus ojos, se desprenden lágrimas, que deslizan suavemente por el rostro rosado y tímido. Lentamente, con la mano extienden las lágrimas por la cara el uno al otro, disipándolas por las mejillas. Esta vez, ya no lloran, ahora son felices y comienzan a creer lo que están viviendo en ese preciso instante-


Tu cuerpo ya roza el mío. Y es en el tacto de tus yemas y, mi bello que también despierta, que mi piel alerta. Comienzo a sentirte. Despacio y lento, tus roces calan todo mi cuerpo, varan mi sentimiento y, al fin, alcanzan tu puerto. Entonces me encuentro jugando con la ternura de tu piel, perdiéndome en la inmensidad de tus océanos y humedeciendo los pronunciantes de tus palabras. Sin hueso en la boca. Sin hueso en tu cuerpo. Sin hueso en tu sexo.

3 comentarios:

vuelo de hada... dijo...

Maravilloso encuentro asi como querer sentir tu tacto como luz al despertar,
tu aliento cerca del mío respirando que a la par, estupendo mi niño del espejo en el que hemos reflejado tantos encuentros, sobre todo el de nuestra amistad.
Besitos...

Silencios dijo...

Si pudiera parar el tiempo lo haría, si pudiera hacerte mío lo haría, si entre tus caricias el olor de tu piel impregnara la mía eternamente, yo.... seria tan fácil mirarme en tu espejo.

Mis besos mi querido amigo.

¿Puedo ser pelota??

Escribes como los DIOSES , y amas como los ángeles.

TQM

Silencios dijo...

El lujo eres Tú, mi niño Calvin Klein.

¿ lo sabes? Pues aún más ......